Historias Reales de Transformación
Llegué sin experiencia previa, solo con ganas de aprender. Al principio me costaba entender las diferencias entre tipos de piel, pero poco a poco fui ganando confianza. Ahora trabajo en un salón de Barcelona y cada día descubro algo nuevo.
Lo que más me ayudó fue practicar con casos reales desde el inicio. No solo teoría, sino entender cómo cada persona tiene necesidades diferentes. Mi enfoque cambió completamente después de los primeros meses.